Perdón que no te hablo hace tiempo, pero el tiempo es lo que necesitaba, o eso creía. Intenté alejarme todo lo que pude, pero no logro poder hacerlo, estoy pensando en tomar medidas extremas en cuanto al asunto. Yo soy libre, siempre lo fui, no quiero estar atado y volar alrededor del mismo poste, siempre. En parte lo sigo siendo, pero sigo sintiendo la soga en mi cuello. Estoy en cautiverio, mi holograma. Si me voy ahora, me recordarías? No a vos...vos. Ahora me vuelvo a enfermar, y dudo que sea algo relacionado a mi cuerpo, no. No puedo cambiar, mis principios son demasiado fuertes. Ahora podría estar viviendo en un mundo casi perfecto, sembrando en tierras negras y tóxicas, independiente del mundo e, irónicamente, todo lo contrario también. Pero estoy acá, hablando con vos, porque no dejo de ser yo mismo ni por un segundo. Aparentemente esto, todo esto, me hace a mi, entonces, por qué debería dejarlo ir? Porque estoy hundido en tus tierras negras y tóxicas, porque me tiré de clavado y me instalé ahí. Porque hice un salto de fe y te estoy mintiendo con 'negras y tóxicas'. Porque es quien yo soy, porque es lo que quiero, porque es mi solo infinito que nadie escucha. Soy un virus, pero nadie me niega estar ahí, nadie me saca, nadie me cura. No necesito ser curado. Volvé al pasado, donde entendías este problema, donde no era su culpa y fue ayudado, será lo que querés? No. Sí. Me duele el brazo izquierdo y con suerte puedo coordinar los dedos para transmitirle a unos fantasmas esta idea. Anteriormente hablé de uno, era yo. Era un fantasma. No quería hablarte, no quería reconocer que sigo acá, aunque todo este tiempo me lo tomé para intentar demostrar absolutamente todo lo contrario, y sigo acá, aparentemente siendo frenado por el destino para no lograr lo que quería hacer. Alguien sabe cuál es mi sueño? Nadie, ni siquiera vos. Realmente, cuál es mi sueño? No te lo voy a decir, porque las personas lo ven volar e instintivamente sacan su rifle, es un deporte. Nadie te está mintiendo acá, pero a vos sí. Ahora adiviná a quién le estuve hablando, y cuál era realmente el mensaje dirigido a vos. Supongo que te extrañé, porque tan frío estuve que mi cuerpo ahora está en treinta y nueve grados. Son mis excusas. Ahora estoy libre como un pájaro. Libre en mi jaula.
