martes, 24 de septiembre de 2019

#Joined by me

Solía tener una de las mejores sonrisas que existían, y ahora sólo se puede ver a través de esto, no es más que un vasto recuerdo. Y desde esta posición siento odio. Te veo ahí, sonriendo, no te importa. Las pisadas se sienten más cerca, sobre los charcos que la tormenta dejó, hombres, mujeres, niños y bestias. Pieles que no tardaban en terminan de caer dando lugar a los verdaderos pilotos. Me encantaría poder evitarlo, pero acá sólo se puede ver a través de esto. Esto ya pasó.
El agua que corre por la cara se frena en la sonrisa, que persiste de todas formas, nunca cesa. No es actuada, es real, pero no sabe quién viene. Desde adelante hacia atrás. Ahora empieza como solía ser. Quienes usaron cadenas ahora estarán enfrentándose al destino que esperaban, nunca se desprendieron, nunca lo harán, permanecerán ahí mucho más que tiempo que esa sonrisa que no puedo dejar de ver. Ahora es por mí, pero no soy yo esa persona. Aquellos que juraron lealtad caerán en sus manos, aquellos que juraron protección caerán en sus manos, aquellos que alguna vez respiraron el mismo aire que él caerán en sus manos. No suyas, de aquel, aquellos. Están llegando y los charlos tienen cada vez menos agua. Desborda por el puente, aquel que alguna vez se mencionó. Esto está más allá del alcance de nadie. Sólo se puede observar, pero me niego. Intento descolocarlo, este círculo maldito sin fin que sólo repite el pasado. Estoy adentro, y caigo, pero no sé dónde ni cuándo. En aquel, siguen acercándose y poco a poco llegando a su fin. El fin de todo. El fin de la sonrisa que terminará siendo despedazada por las manos de viles esqueletos quienes perdieron la esencia hace ya tanto tiempo. El camino aceleró el proceso. Ahora estás solo. Los demonios ya forman parte del pueblo, ya quienes conocías están sobre la tormenta. Se abre paso la verdadera cara, aquella que alguna vez te miró con desprecio pero nunca supo asegurar ese enlace con tu alma. Ahora está acá, y yo sigo cayendo. Las rodillas te duelen, lo recuerdo. Pero caer al lado tuyo me contagió, esa sonrisa. Esta vez es diferente, pero tengo el poder de poner mi mano sobre tu hombro. Lo pruebo, es real. Date vuelta, esta vez sé qué hacer. No lo sueltes, hay dos. Pagarán con el dinero del cielo. Desborda el puente. Se limpia.