Volvemos a empezar, la historia se escribirá de nuevo.
Una pequeña alma camina hacia su inicio, levanta la mano y la une a la de su madre. Hemos hecho bien en nuestras vidas, por qué nos deberíamos separar? Un ardor le quema el pecho al niño, se acerca el momento que no desea. Sabe que decir, pero no sabe como. Está todo en la palma de su mano, sabrá programar una espera?
Guarda solo, todo lo posible. Poco tiempo queda en él, poco tiempo en su cabeza para expresar con palabras lo que tiene que decirle.
Su pecho cada vez arde más, y nadie sabe como compartir lo que sabemos que ocurre. Total no importa, cuando acabe nadie lo recordará. Del cielo llueve la noche, el piano toca solo. La bebida que el padre nunca dejó, cae desde la mesa. Escuchás todas esas voces? Te dicen que lo hagas en este momento, no te queda más tiempo, niño. Sosteniendo la mano muerta de su madre, larga toda la ola de sentimientos que supo crear hasta ese momento, una máquina de sentmientos que instalaron en él al nacer. Debes sentir.
La madre no entiende, la madre no escucha. Los maniquíes se ríen de él, un niño que juega a ser niño. Las voces lo rodean saltando hacia él, el limbo lo acoge. Todos lo estuvieron esperando, para abrazarlo. El pequeño niño lobo quien años esperó, la llegada al paraíso donde su madre perduró.