Él no es él. Abraza. Quién? Despertame, no veo. No merece, por qué pensarías así, es perfecto. La comparación, no vale la pela, vale toda la pena del mundo. Está muerto por dentro, qué creés que necesita eso más que nadie? Exactamente. Es perfecto, lo merece. Se camufla entre los hombros, hombros sin rostro que te empujan fuera del continente, allá donde las almas callan para mostrarnos como el mundo realmente es. Frente al sonido, el nunca podrá ser. Hoy se cierran todos los capítulos que no pudiste abrir. La muerte interna despierta y desde la tumba, bañada en sangre, te asusta hasta el no saber qué está pasando, y despertás. Ya te conté como era hablar con un fantasma, hoy te cuento como ser uno. Estar muerto interna y externamente, sin profecía. Hoy es hoy, por eso cuenta. Porque hay que estar preparado para las consecuencias improvistas. No estás muerto internamente, simplemente estás dormido.
Es hora.