sábado, 28 de mayo de 2016

#Bajo el agua

Bendición o maldición? Cuando lo que más fuerza te da, termina quitando lo que más querés en el mundo. Cuando la base de todo, colapsa al propósito para verte reír mientras caés por un tubo negro al infinito. Cuando una bandeja te pega en la cara y hasta las lágrimas quedan marcadas porque una delincuencia en los futuros partió el absoluto todo, por algo que no podés moldear con las manos.

Cuando lo que más te dio en la vida te arranca los brazos para que nunca puedas escalar la montaña más alta. Cuando un punto de luz se proyecta a la realidad, cuando aire se necesita, para cerrarte la garganta y presionar tu pecho contra el destino.

Una espada en el cuello, de punta a punta, y el extremo enterrado en el piso. Pequeños brotes, rojos como quien le dio su vida. Dar la vida. Aceptar excusas que rompen absolutamente todos los vidrios en tu mente. Incinerar lágrimas. En cada ocasión mirar por la ventana, como las ramas que luego crezcan se tragarán el auto y vas a caer con tu familia.

Porque hoy es hoy, mañana puede no ser. Porque aunque sea el único pensando así, voy a nadar en estas aguas congeladas, voy a ir directo al fondo. Cualquiera que quiera encontrarme, no va a poder. Porque solamente 3 números pueden permitirte tener una audiencia conmigo dentro de mucho tiempo. Números... Algo que siempre odié. El disparo está en la luz.

No. no es un adiós.
No es un no.

Dormido en el fondo.