lunes, 17 de abril de 2017

#Estrecho


Está todo preparado, no conviene comentar el por qué. La sangre quedará marcada en el suelo cuando un destino se fije al despertar. Se despeja rápidamente el hogar de la neblina y ni las aves caen a presenciar la fotografía perdida por los dioses en un tiempo sin transición al futuro. Desafilando y desde el comienzo, tus dientes no soportarán su canción y sabrás para donde correr. La campana está caída, nadie puede avisarte, sólo tus instintos. Su cuello, partido, devorado, no hay nada más que describir. Hoy podrás verle la cara, lo que quede de ella, hoy, por primera vez. Sostienen su cabeza, sólo por un momento, la imagen queda en él, o en ti, no se recuerda. Abren paso, nadie más en escena, sólo ellos dos. Y créeme, cuando los ojos establézcan un vínculo, no querrás estar atrapado en la escena. Quedará atrapado por siempre aquí, en él, allá, se pierde el contacto. Ahora lo recuerdas, sabes lo que hiciste. Invierten tiempo en bajar el cielo más cerca de la tierra para que nos vean correr con claridad. No es uno de ellos, yo tampoco, no sé quien soy. Estoy fuera de tiempo, esto pasó, pasa ahora y va a pasar. Nadie te calla, lo escuchan llegar. Está aquí. Soy yo. Siempre estuvo todo preparado, y nunca, jamás, conviene comentar el por qué.