domingo, 7 de enero de 2018

#3 días de oscuridad

Desde muy lejos, atravesó la niebla infinita y con los pies ensangrentados se acercó. Nadie sabe cuando había partido, pero su llegada no tardó en hacerse ver. Cuántos habrán visto caminar la verdad y quiénes la seguirían. Su destino era el fuego ardiente que quemaba el rostro de quienes lo miraban, y sin miedo alguno, se acercó. Los pesos pasados nunca serán encontrados en la niebla, y si sigues el canto de las sirenas en el fondo del abismo te hundirás. Aquella era una noche, y la luna completa la admiraba. No es posible mantener afuera algo que sin querer encerraste y no permites salir. Se quiebra, vuelve, ahora es personal. 

Te cambia, hoy te escribe aquel que una vez escuchaste, que leíste, otra persona, sepa diferenciar. A quien me enfrente será sabido, porque esta historia será contada. Contadas como las horas que sufrí caminando en la niebla, como nadie nunca podrá realmente entender. Se repite, una y otra vez. Espero que no haya perdido el filo en el camino. El peso era demasiado y pesos pesados nunca serán encontrados. Podrías seguir el rastro pero volverías donde una vez estuvo, estuve, y te sentirías tan perdido como tu cabeza en este momento. No te quiero acá, no lo merecés. 

En alto alzó la vista, y sus puños de sostén. Quién empuñe este recuerdo, esta pintura en la pared, la cual plasmada te recordará por el resto de tu muerte, que no se juega en esta vida sin antes haber visto la realidad. Tu ficción no es la mía, ni la mía una mentira. No es ficción ni realidad, es tu mente intentando escapar. 
Abren paso y entro yo, esta vez soy un tercero. Donde separa deja de existir, porque los puentes a los tiempos se rompen y existe una nueva idea. Descansando en el pecho, y por fin decidido, pero esos no son sus ojos, se acercó. 

El reflejo de las llamas en sus ojos te contarán la verdad que nunca vas a entender, porque aquel que miente con la mente será sacrificado por mis palabras. Quien empuñe la verdad ocultará por siempre su significado y quien entienda esta historia, será recompensado en el momento adecuado. 

Una fuerte llama sin alerta, mantuvo latente al pueblo esa noche. El forastero había logrado lo imposible, lo propuesto por la fuerza mayor. El humo opacó la roja luna que se había formado hace tiempo, pero no aquella que todos creían ver. El origen está a la vuelta del mundo, sólo basta con abrir los ojos para verlo sin temor. Sim embargo, él se acercó. 

El inicio, bajo esto, ocurrió de inmediato. No se iba a encender él. No iba a encender a nadie. Pero no hubo alma sin presencia y de testigo, que no haya derramado una lágrima esa noche. Pavimentado con esta idea, nadie nunca creció. Cuando me di vuelta estaban todos en sus casas, de hecho, nunca vinieron. 
La niebla nunca existió, pero es porque no puedo sacarla de mis ojos. El suelo está áspero y siento el fuego desde acá. Tal vez algún día llegue, tal vez llegué pero corté camino donde no debía. Tal vez si me acerco, todo sea diferente... 

Esta no es la historia que querías escuchar, y por siempre recordá, que no te estoy hablando. No te estoy contando. No te estoy describiendo. No soy yo. Nunca llegó, nunca nadie lloró. Por lo menos no él, nunca se acercó.