miércoles, 16 de noviembre de 2016

#La segunda despedida


Todos mis amigos están escondidos, no los que conoces. Y en mis brazos ya no me oyes, intento despertarte pero nunca más volveré a ver tu ojos. Cuidado, porque está detrás de ti, eres el siguiente. Este futuro no me gusta, ya estás lejos y yo de ti, aunque te tengo aquí. Cuidado, tu sangre es más valiosa. Entonces bajo la cabeza y te veo una vez más, no a través de mis ojos. Pero gracias al silencio escucho tu último latido, y de la tierra te quitan de mis manos. La barrera del sonido explota, aparecen las luces y me creen culpable. Hoy resultó en tragedia. La bendición hacia la tortura, la pérdida más grande. El sacrificio hacia el falso dios que tomó tu nombre en vano para alimentar el genocidio que te procede. Logro esconderte. Nunca más te verán. Nunca más te veré. Me suelto hacia atrás, es cuando el aire cambia completamente, los colores me queman y mi piel se siente distinta. Ya no pertenezco ahí, ya no hay vuelta atrás. Mi mundo perdurará en silencio, como el tuyo, pero por otra razón. Sin embargo, en algún lugar, no aquí, tú sigues en mis brazos, pero con vida.