jueves, 21 de noviembre de 2019

#The End of the World

Trying to move, desde lejos con la mirada porque otra cosa no tenía al alcance. Intentando romper las cadenas que durante años lo mantuvieron abrazado a la pared. Aquella que ya no producía calor ni frío, que era parte de él. Siempre trata sobre la misma persona, pero en distintas situaciones. Es aquel que sufre pero no. Aquel que tiene un millón de puñales pero siempre encuentra la manera de seguir adelante, más allá de la falta de sangre en su cuerpo, más allá de la falta de libertad del mismo. Aquel que mirándote a los ojos te cuenta la historia que no podés percibir en palabras. Indagando sobre tu aura aquel momento del futuro que caduca en su sonrisa al despertar el punto de anclaje sobre tu presente. No le importa tu pasado, no le importa tu presente, nada le importa de tu futuro. Es una persona a que la nada le importa, porque a nadie le importa su historia. Una persona atrapada por cadenas desde el uso de razón del individuo. Una persona cuya piernas dejaron de responderle hace tiempo. Alguien quien anhela perder la cabeza para el sacrificio requerido por una entidad mayor quien pide a gritos día a día sangre humana. Alguien que no existe. Alguien que no está ahí. Producto de una imaginación latente producto de otra imaginación sin alma adjunta. Un vacío producido por el resplandor de quien adquiere forma humana para producirlo sin sentido alguno y sin buscar aquello que realmente puede llegar a producirlo. Aquel que imagina que puede sentirse muerto dentro de la vida para lograr lo que pocos entienden realmente sin pensarlo siquiera. Alguien que anhela ser escuchado una y otra vez con las mismas palabras que no lastiman como aquellos que intentan hacerle frente. Uno que no se sabe de qué lado está. Aquel que fuertemente se apega al piso con sus miembros restantes para representar una idea olvidada con palabras vacías y mudas que persiguen un sueño muerto hace siglos. Aquel que no deja de repetir una y otra vez con palabras básicas para que alguna mísera alma lo escuche y entienda por una mínima y primera vez. Un vacío que se forma de todas formas para respaldar la teoría de que nadie está ahí afuera esperando, nadie está realmente escuchando, nadie está realmente leyendo, nadie está intentando entender, nadie está intentando darle un sentido ni menos. Nadie va a romper esas cadenas.


Pero alguien vive apegado a la esperanza de que algún día ocurra, porque no es un final como todos, el de todos los días. No es un final donde la desesperanza reina sobre la paranoia inhumana. No es otro relato donde la persona piensa que no hay solución, cuando no lo hay y sí lo es. Es un relato donde alquien que intenta abrir una puerta llama más la atención que quien se encuentra dentro espernado hace millones de años. 
Un día te vas a encontrar con que no todo es cierto, algún día te vas a encontrar con un fin de ideas descartadas hace tiempo que eran más importantes que la vida y la esperanza misma de incoporar un presente al presente. Un día va a dejar de importar la importancia. Un día, aquel y el vacío, ambos recorreran aquel vacío que no importa, dentro de un presente que habrá dejado de existir.